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Iglesia Cristiana

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Doctrina de La Elección

Uno de los temas que más frecuentemente sale a colación en el tiempo de preguntas y respuestas es La Elección Divina. ¿Ha elegido Dios a todos aquellos que se han de salvar? ¿O, a final de cuentas, la salvación depende de la elección del pecador? Todo lo que vamos a exponer aparece en La Biblia y es necesario que usted no pase por alto lo que la Biblia dice, porque ella es La Palabra de Dios. Obviar estos textos  porque sacuden nuestra manera de pensar, nuestra idea de cómo suceden las cosas o porque no me lo enseñaron de ese modo, es como decirle a Dios… Yo creo solo parte de lo que Tú dices, porque lo restante no me hace sentido. Debemos creer en la Biblia antes que al predicador y al maestro.

La pregunta es ¿Dice la Biblia que Dios nos elige a nosotros? O ¿Dice la Biblia que nosotros elegimos a Dios?

Desde antes de la fundación del mundo

La doctrina de la elección lleva a muchos a crujir los dientes y una vez más nos mueve de una posición antropocéntrica “El hombre como el Centro”a una posición Cristo-Céntrica. Hay algo en el hombre que hace que se sienta profundamente molesto al escuchar hablar de un Dios Soberano, que hace todas las cosas según el designio de Su Voluntad. En otras palabras, a muchos parece ofenderle que Dios ejerza Su prerrogativa, su autoridad y su derecho de ser Dios. Y es que pocas doctrinas de la Biblia aplastan tan rotundamente nuestro orgullo, altivez, arrogancia y soberbia como lo hace La Doctrina de la Elección y la Doctrina de la Soberanía de Dios.  

Uno de los textos clave del NT con respecto a la doctrina de la elección es Efesios 1:3-6. Pablo nos dice allí que todas las bendiciones espirituales que hemos recibido de la mano de Dios han venido a nosotros de acuerdo a Su plan eterno de salvación:

Efesios 1:3-6. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado”, 

Es obvio que Pablo no pensaba que esta doctrina solo debía ser estudiada en un seminario teológico. Esta carta fue escrita a una iglesia, compuesta por hermanos comunes y corrientes, quienes debían unirse a Pablo bendiciendo y alabando a Dios por haberlos escogido, predestinados (Trazar un destino de antemano) para salvación desde antes de la fundación del mundo.

El texto inicia diciendo Dios nos bendijo con toda bendición espiritual “según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo”. Él nos bendijo “en conformidad con el hecho de haber sido escogido”

Lucas 6:13  Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:

Aquí vemos la selección que hace Cristo de los doce apóstoles. Ellos no decidieron ser apóstoles de Cristo: Cristo los eligió soberanamente de entre la multitud que lo seguía para ser Sus apóstoles. "Jesús les dijo... sígueme." Y eso fue suficiente.

Juan 15:16  No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

En cuanto a la palabra “predestinación” (v.5), es la traducción del vocablo griego “proorizo”, palabra compuesta de “pro” que significa “de antemano”, y “horizo” de donde proviene nuestra palabra “horizonte”. El horizonte es la línea que divide el cielo de la tierra. De manera que la idea de esta palabra es “trazar un límite de antemano”.

Soberanamente Dios trazó una línea demarcadora en la raza humana, y a muchos, que no lo merecían, los destinó de antemano para ir al cielo. Podemos revelarnos contra esta verdad de las Escrituras, pero es imposible evadir el hecho de que la Biblia la enseña una y otra vez. Veamos otro Ejemplo de esta palabra.

Romanos 8:28-30  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.  (29)  Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.  (30)  Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

El punto que debemos determinar aquí es ¿quién está en las manos de quién? ¿Es Dios quién está en las manos del pecador, o es el pecador quien está en las manos de Dios? La Biblia enseña con toda claridad que es el pecador quien está en las manos de Dios, y no al revés.

Romanos 9:16  Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

Romanos 8:33  ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

 

La Elección en la Biblia

Desde el comienzo de los tiempos Dios elige, llama, escoge, selecciona y decide el destino de personas, pueblos, naciones y hasta del mundo entero. Veamos algunos Ejemplos.

Escogió a Abraham de Ur de los Caldeos, Génesis 12:2  Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

 Escogió al pueblo de Israel, también a sus 12 tribus y su descendencia, preservándoles la vida a través de José en Egipto, Deuteronomio 4:37  Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder…

Salmos 33:12  Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que Él escogió como heredad para sí.

Hechos 13:17  El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.

Escogió a Moisés, a Aarón, Salmos 105:26-27  Envió a su siervo Moisés, Y a Aarón, al cual escogió. Puso en ellos las palabras de sus señales, Y sus prodigios en la tierra de Cam.

Eligió a David, 1 Crónicas 28:4  Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel.

Eligió también a Salomón, 1 Crónicas 28:5  Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel.

Apartó y llamó a Pablo Gálatas 1:15  Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,

Escoge del mundo, para lograr su propósito, 1 Corintios 1:27  sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;

Existen otros muchos Ejemplos, lo importante es entender que Dios Elige según su propósito y voluntad. Esta verdad no puede ser negada, está en la Biblia, Él te eligió, te aparto, te escogio. Aleluya... A Él sea la Gloria.

La base de la elección

“Según nos escogió en Él”. Cuando Dios nos incluyó en Su plan soberano, Él sabía que no merecíamos ser incluidos. Pero Cristo se comprometió de antemano a pagar completamente nuestra deuda. De no haber sido por la segunda Persona de la Trinidad nunca habríamos sido parte del plan redentor de Dios.

El momento de la elección

“Desde antes de la fundación del mundo”. En otras palabras, esta selección se hizo en la eternidad. Antes del inicio del tiempo, antes de la creación de todas las cosas, Dios nos incluyó soberanamente en Su plan de redención.

El propósito de la elección

¿Para qué nos escogió Dios? Pablo responde dos cosas: por un lado nos dice que Dios nos escogió “para ser santos y sin mancha delante de Él”. No fue que Él vio algo bueno en nosotros y por eso nos escogió. Él nos vio más bien en nuestro pecado, en nuestra impiedad, y nos escogió para hacernos santos.

Efesios 2:1-3  Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,  (2)  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,  (3)  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

1 Pedro 1:1-2  Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,  (2)  elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

La santidad es un fruto de la elección de Dios, no su causa. 

Pero Pablo nos dice también que fuimos escogidos, predestinados en amor, “para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo”. Hoy día, cuando hablamos de adopción pensamos de inmediato en niños pequeños, pero en el tiempo de Pablo no solo se solían adoptar bebés, sino personas adultas. Si un hombre rico no tenía herederos, buscaba una persona que fuese digna a quien dejarle toda su herencia, y lo adoptaba como su hijo. De inmediato esa persona tenía derecho sobre todos los bienes del hombre rico.

Y eso es lo que Pablo tiene en mente cuando habla aquí de adopción. Ahora somos hijos de Dios, con todos los derechos filiares de un hijo, porque Dios nos adoptó. Solo que cuando Dios decidió hacer eso, nosotros no éramos dignos herederos Suyos. Por eso primero nos justificó, poniendo en nuestra cuenta la justicia perfecta de Cristo, y luego nos adoptó ahora que hemos sido perdonados.

Y una vez más Pablo nos dice que todo eso ocurrió en Jesucristo. En virtud de la obra redentora de Su Hijo, que nos es aplicada por medio de la fe, el Juez de toda la tierra nos declara “sin culpa”, y luego nos recibe como hijos en Su familia y nos concede liberalmente un sinnúmero de beneficios, porque ahora Él es nuestro Padre y nosotros somos Sus hijos.

La razón de la elección

“Según el puro afecto de Su voluntad” (v. 5). La elección de Dios no fue arbitraria o caprichosa. Una decisión arbitraria es aquella que se toma sin razón alguna. Pero en el caso de Dios, Él sí tenía una razón para escogernos, solo que esa razón se encuentra en Él, no en nosotros.

Él nos escogió conforme a Su Voluntad, benevolente soberanía, por Su bondad que es santa y que no posee motivos impuros en ella. Dios se deleitó en amarnos desde antes de la fundación del mundo, y conforme a ese amor soberano nos eligió. Por eso dice en el verso. 5 que fuimos predestinados en amor.

El propósito final de la elección

“Para alabanza de la gloria de su gracia” (v.6). La meta final hacia la cual se mueve todo lo antes dicho es el reconocimiento en adoración (eso es alabanza) de la excelencia divina (eso es gloria) manifestada en favor de los indignos (eso es gracia, Favor Inmerecido)

Y una vez más, Pablo conecta todo esto con la persona de Cristo: “con la cual nos hizo aceptos en el amado” (No es que nosotros lo aceptamos a Él, más bien, Él nos hizo aceptos) (v. 6b); literalmente el texto dice que esa gracia nos fue bondadosamente conferida, gratuitamente impartida sobre nosotros “en el Amado”. Dios el Padre ama a Su Hijo con un amor eterno e inalterable, y nosotros estamos en Él. En virtud de esa unión, nosotros somos ahora el objeto del amor del Padre y beneficiarios de todas Sus bendiciones.

A la luz de todo esto yo me pregunto, ¿acaso existe un privilegio más grande que ser cristiano? ¿Es que acaso hay algo que sea más glorioso que conocer a nuestro Señor Jesucristo, y tener nuestra vida escondida en Él? Nuestro Dios nos ha bendecido “con toda bendición espiritual”; nosotros somos ahora los beneficiarios de las riquezas de Su gracia, somos coherederos de Dios juntamente con Cristo, y algún día entraremos en el disfrute pleno y eterno de esa herencia. Y todo eso porque Dios, de pura gracia, nos amó cuando no había nada digno en nosotros que nos hiciera merecedores de ese amor. ¡Que a Él, y solo a Él, sea toda la gloria, la alabanza y el honor por los siglos de los siglos!

¿Qué vas a hacer con los textos que aparecen a continuación? Si dices que no lo puedes aceptar, estas en serios problemas… Porque la Biblia lo declara y eso habla más que el predicador, el maestro y que cualquier institución religiosa. 

Algunos textos sobre la Doctrina de La Elección. (No existe ningún texto en la Biblia que diga que nosotros aceptamos a Dios) más bien somos aceptos en Él. Gloria a Dios... Aleluya. Gracias Señor por Elegirme. "Me voy a gastar por Ti."

Efesios 1:3-14 Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor Bendito  sea  el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los  lugares  celestiales en Cristo, nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,

2 Tesalonicenses 2:13-15 Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Y fue para esto que El os llamó mediante nuestro evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes y conservad las doctrinas que os fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra.

2 Timoteo 1:9 quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y  según la  gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad,

Romanos 9:15-24 Porque El dice a Moisés: TENDRE MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y TENDRE COMPASION DEL QUE YO TENGA COMPASION. Así que no  depende  del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: PARA ESTO MISMO TE HE LEVANTADO, PARA DEMOSTRAR MI PODER EN TI, Y PARA QUE MI NOMBRE SEA PROCLAMADO POR TODA LA TIERRA.

Éxodo 33:19 Y Él respondió: Yo haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre del SEÑOR delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión.

Isaías 65:1 Me dejé buscar por los que no preguntaban  por mí;  me dejé hallar por los que no me buscaban. Dije: ``Heme aquí, heme aquí", a una nación que no invocaba mi nombre.

Juan 15:16-17 Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os  lo  conceda. Esto os mando: que os améis los unos a los otros.

Juan 17:6-9   He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.  (7)  Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;  (8)  porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.  (9)  Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son… Juan 17:20-21  Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,  (21)  para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

Romanos 9:10-13 Y no sólo  esto, sino que también Rebeca, cuando concibió  mellizos  de uno, nuestro padre Isaac (porque cuando aún  los mellizos  no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a  su  elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama), se le dijo a ella: EL MAYOR SERVIRA AL MENOR.

Efesios 2:8-10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para  hacer  buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros,  sino que es  don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Nehemías 9:7-8 Tú eres el SEÑOR Dios que escogiste a Abram, lo sacaste de Ur de los Caldeos y le diste por nombre Abraham. Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él un pacto para dar le  la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo.

Génesis 18:19 Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del SEÑOR, haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR cumpla en Abraham todo lo que El ha dicho acerca de él.

Gálatas 3:29 Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.

1 Corintios 1:26-31 Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es;

Deuteronomio 7:7-8 El SEÑOR no puso su amor en vosotros ni os escogió por ser vosotros más numerosos que otro pueblo, pues erais el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el SEÑOR os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el SEÑOR os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto.

Deuteronomio 9:4-6 No digas en tu corazón cuando el SEÑOR tu Dios los haya echado de delante de ti: ``Por mi justicia el SEÑOR me ha hecho entrar para poseer esta tierra", sino  que es  a causa de la maldad de estas naciones  que  el SEÑOR las expulsa de delante de ti. No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el SEÑOR tu Dios las expulsa de delante de ti, para confirmar el pacto que el SEÑOR juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Comprende, pues, que no  es  por tu justicia  que  el SEÑOR tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo de dura cerviz.

Santiago 2:5 Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo  para ser  ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?

Mateo 1:21 Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados.

Santiago 1:18 En el ejercicio de su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.

1 Pedro 1:2 según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.

Mateo 22:14 Porque muchos son llamados, pero pocos  son  escogidos.

Romanos 8:29-30 Porque a los que de antemano conoció, también  los  predestinó  a ser  hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.

1 Tesalonicenses 1:2-4 sabiendo, hermanos amados de Dios, su elección de vosotros, Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en nuestras oraciones; teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo;

Juan 6:37-40 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
 

Romanos 11:28-36 En cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección de Dios, son amados por causa de los padres; porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. Pues así como vosotros en otro tiempo fuisteis desobedientes a Dios, pero ahora se os ha mostrado misericordia por razón de la desobediencia de ellos,

Romanos 8:31-39 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

Juan 10:27-29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.

Juan 17:2 por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado.

Colosenses 3:12-14 Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas,  vestíos de  amor, que es el vínculo de la unidad.

Filipenses 2:12-13 Así que, amados míos, tal como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para  su  beneplácito.